Los quejigos son árboles nobles de gran interés paisajístico, y en Colmenarejo tenemos unos cuantos. Si os apetece saber algo más de estos árboles y de donde podéis ir a verlos seguid leyendo.
Árboles de Colmenarejo. Quejigos
Los quejigos son árboles de los que no hay muchos ahora en Colmenarejo, aunque quizás los hubo más en tiempos pasados.
Me explico.
Uno de los quejigos de Colmenarejo
Lo que nos contaron de los quejigos
El Sr. Vicente, q.e.p.d., fue una de las personas que más y más curiosas cosas me ha contado sobre la vida en el Colmenarejo del siglo XX, y a estos árboles les llamaba robles y la verdad es que robles no son, pero quizás esto de llamar robles a los quejigos explique el por qué del nombre de algunos lugares de nuestro pueblo como El Robledillo, en el que aunque es posible que alguna vez hayan existido robles, es también posible que los mentados robles fueran quejigos.
Al quejigo se le ha llamado de muchas formas como roble enciniego, roble carrasqueño, roble valenciano, e incluso en algunos sitios rebollo, aunque este último nombre se suele usar más para el roble pirenaico, y es mejor no liar más las cosas. Los quejigos se parecen más a una encina que a un roble, pero para mayor complicación muchas de las especies del Género Quercus (en el que se incluyen encinas, robles y quejigos) pueden hibridar entre sí, dando formas intermedias muy difíciles de asignar a un taxón concreto.
En Colmenarejo José, hijo del Sr. Vicente y que se conoce muy bien el pueblo, como pastor que ha sido durante muchos años, antes de dedicarse a la cosa de la construcción, me decía que quejigos los hay por sus prados y por Los Palomeros por encima de los prados de Maxi allá cerca de Peña Lobera
Contaba el señor Vicente que las bellotas de quejigo no se debían comer porque daban dolor de cabeza y aseguraba que las cabras preferían las bellotas de encina, que si había de las dos dejaban las de quejigo, pero que si se acababan las de encina se comían también las de quejigo. Todo esto no se si será cierto o no pero contarlo lo contaba, y yo le creo.
El Quercus faginea
El nombre vulgar del quejigo deriva de una de la presencia de múltiples agallas (en latín cecidium), y el nombre científico (formado por dos palabras en latín y escrito en cursiva que para eso los biólogos son muy suyos) es Quercus faginea, y todo porque a J.B. Lamarck que lo describió sus hojas le recordaron a las de la haya, Fagus en latín. Por cierto un personaje apasionante este Lamarck del que a lo mejor algún día escribimos algo en el Rincón de la Historia, algo sobre su vida o quizás incluso mejor sobre la teoría de la herencia de los caracteres adquiridos que hizo famoso al naturalista francés.
Agallas de quejigos de Viñas Viejas
El quejigo es un árbol marcescente (las hojas permanecen secas en la planta hasta que brotan las nuevas) o incluso subpersistente (es decir que las hojas permanecen a veces durante el invierno). En realidad esto es variable entre localidades e individuos; los rebrotes de cepa, los individuos jóvenes y las ramas bajas conservan más cantidad de hojas secas que las ramas altas que con frecuencia pierden casi por completo su cubierta por la acción del viento. En Colmenarejo pocas son las hojas que permanecen en los árboles hasta la nueva estación, y lo habitual es ver como las hojas caen y las ramas quedan desnudas la mayor parte del invierno.
El quejigo es un árbol de tamaño medio, que varía desde arbusto hasta los 20 metros de altura, y es típico del bosque mediterráneo de la Península Ibérica y Norte de África. Las flores masculinas y femeninas aparecen en el mismo árbol, casi siempre florece en abril o mayo, un poco antes que las encinas, y sus bellotas está ya maduras por septiembre y octubre, también un poco adelantadas respecto a las de las encinas.
Hojas de 1,5 a 6,5 cm algo coriáceas, verdes por la cara superior y más pálidas por la inferior. Forma elíptica variable incluso en el mismo pie, bordes dentado-aserrados o sinuado-dentados-
Hojas y bellotas de quejigo
Tronco derecho y la corteza gris o parda. A veces adopta un aspecto muy silvestre y sus troncos pueden presentar formas atormentadas. La copa es amplia subesférica y no muy densa.
Troncos de dos quejigos de la zona del Centro Ecuestre
Es una especie noble, restauradora y creadora de suelos óptimos, regula la escorrentía del agua y la infiltración de las precipitaciones. Tiene un valor paisajístico y ornamental muy alto.
Se han distinguido dos o tres subespecies de quejigos, pero no nos metamos en eso berenjenales que son más propios de especialista.
Las agallas del quejigo
Los quejigos pueden presentar varios tipos de agallas. Las más frecuentes son marrones del tamaño de una nuez y con piquitos externos, pero hay otras más amarillas y sin esos piquitos. Se producen por la picadura de un insecto Himenóptero Cinípedo (una pequeña avispilla) de las que hay 140 especies ibero-baleares.
Agallas viejas en las que se puede ver el orificio de salida del himenóptero
Estas avispas de las agallas ponen sus huevos en los brotes jóvenes del quejigo que reacciona produciendo un tejido que rodea y aísla a la larva que queda así protegida en su interior donde se va desarrollando formando una especie de oruga, que al terminar su metamorfosis se transforma en avispa y sale al exterior por un orificio que perfora en la agallas.
Una avispa de las agallas
Las agallas fueron muy apreciadas por su riqueza en taninos y se utilizaron en medicina por su poder astringente. La corteza se utilizó históricamente para el curtido de pieles por su riqueza en taninos.
Donde ver quejigos en Colmenarejo
Nosotros hemos localizado tres zonas donde se puede dar un paseo y aprovechar para ver algunos quejigos. Seguro que hay más sitios en el pueblo con estos árboles y sería muy de agradecer a los que los conozcan que nos lo hiciesen saber.
Detrás del Centro Ecuestre Valmayor
Por detrás del centro ecuestre Valmayor corre un camino que no lleva a ningún sitio. En esta zona y en las fincas vecinas es donde hemos visto la mayor concentración de quejigos de Colmenarejo.
Vistas tomadas de google en las que se puede ver la localización de la zona de quejigos situada detrás del Centro Ecuestre Valmayor
Vale la pena salir de la plaza, bajar por la carretera de Valdemorillo hasta la Cuesta de la Parra, bajarla, cruzar el Arroyo Peralera o Peraleda, caminar unos 500 metros hasta encontrar a mano izquierda una amplia finca, la primera sin vallar que termina en otra vallada ya enfrente del inicio de Tiestas Cabezas. En el interior de esta finca vallada hay varios magníficos ejemplares de quejigos, y si echamos a andar hacia el Sur, siguiendo un mínimo camino paralelo a la valla de piedra podremos ver todavía más. Este caminejo termina en la parte posterior del Centro Ecuestre Valmayor, actualmente Residencia Canina Comoencasa, y a mano derecha sale otro camino amplio, entre la valla del Centro ecuestre y la de la finca vecina, que recomendamos caminar.
Varios ejemplares de quejigos de la zona
Por allí veremos quejigos y otros muchos árboles, en uno de los rincones más hermosos y sugerentes de Colmenarejo. Al final el camino se acaba en la valla de otra finca en un cierre sinsentido, ya que la lógica dicta que este camino debería ir a parar a la Vereda del Camino del Rey, pero la lógica aquí no sirve y la valla se impone. Media vuelta y a deshacer lo andado.
Quejigos en la vereda de Viñas Viejas
Son sólo unos poquitos, quizás aquellos a los que se refería José cuando habla de peña Lobera, ya que este paraje no queda muy lejos de aquí. Salimos del Cercado de Los Escoriales y seguimos por la Vereda de Viñas Viejas pasando por varias fincas a la izquierda y espacios más abiertos a la derecha. Luego el camino sube un poquito y arriba sale otro a la izquierda que no tomaremos. Seguimos recto por la Vereda que empieza un descenso bastante pronunciado y cerca ya del fondo, en un lugar un poco más húmedo porque lo cruza un arroyuelo que a veces se desborda, allí encontraremos alrededor de una docena de quejigos.
Localización de los quejigos de la Vereda de Viñas Viejas
Desde esta zona se pueden hacer bonitos recorridos hasta los alrededores de la planta potabilizadora, o volviendo por el mismo camino y tomando el desvío que antes despreciamos hasta un bosquete abandonado de almendros, que es una auténtica maravilla siempre, pero todavía más cuando están en flor, allá al principio de la primavera.
Los Quejigos de la bajada a la Presa Vieja
Estos son los más difíciles de encontrar, pero allá vamos. Tomaremos la carreta de Villanueva del Pardillo hasta llegar a un punto donde sale un ancho camino a mano derecha, muy cerca ya del desvío al Cerro del Madroñal y a punto de empezar la bajada hacia el Pardillo. Este camino es el Cordel de la Espernada y a muy poco de empezar sale de el otro camino a mano derecha, se trata de la Colada del Camino al Molino de Sopas, que si la siguiéramos nos llevaría hasta la presa Vieja del Aulencia, pero no andaremos tanto. A unos pocos centenares de metros hay un pequeño apartadero a mano derecha por donde nos meteremos y caminaremos paralelos a la valla de una gran finca en cuyo fondo destacan unos excepcionales ejemplares de fresnos.
Al final, después de pasar algo que parece una plantación de fresnos jóvenes, llegaremos a una valla de piedra bastante derruida que podremos pasar para entrar en un finca en la que están los quejigos, junto con árboles tan interesantes como Arces de Montpellier y Piruétanos.
Algunos de los quejigos de esta zona. Algunas de estas imágenes fueron tomadas en invierno y puede observarse como casi no queda ninguna hoja en los árboles
Pasear por esta zona es una auténtica delicia, por sus árboles, por sus charcas, por el paisaje y la tranquilidad. Aprovechemos para disfrutar del silencio, de la soledad, de los árboles y los paisajes, de todo lo que nos ofrecen esos innumerables rincones de nuestro pueblo llenos de sorpresas. Hoy los quejigos, mañana otras cosas. Huelga decir que en estos paseos nunca se debe traspasar un cartel que prohíba el paso, ni saltar una valla que se mantenga en pie.
parq que sirven los quejigoos
Un vecino que camina. Hace menos de un mes (no os conocia), fuimos a ver unos quejigos a la parte alta de la presa de Valmenor, en la orilla de Valdemorillo, ya que otro amigo y yo estabamos interesados en verlos en esta zona y los encontramos, pero estos los tengo más cerca y en breve, me acercare a verlos. Gracias por tan valiosa información.
Por: Tito - 31/05/2008He ido esta mañana hacia la presa vieja pero no he podio encontrar la zona de los quejigos. Nota del Administrador: Tito lo mejor es que escribas al correo de Amigos de Colmenarejo y te daré más detalles.
Por: Tito - 26/05/2008Preciosos. Si puedo iré a verlos todos.
Ir a página: [Anterior] [1] [Siguiente]