Menudo problema se ha creado en la Complutense por la actuación descontrolada y reprobable de un grupo de alumn@s en una de las capillas católicas que inexplicablemente sobreviven en esa institución. Vaya por delante mi rechazo a esta actuación que hiere la sensibilidad religiosa de los fieles católicos. Creo que las cosas no se deben hacer así.
Dicho esto me parece retrógado que sigan existiendo capillas en las Facultades de la Universidad Complutense. Es un residuo del franquismo sociológico que mezclaba la vida pública con la religión oficial. No se entiende por qué tiene que haber capillas en las Facultades y por qué hay sacerdotes que cobran sueldos por mantenerlas. La crisis afecta a laboratorios y plantillas que ven sus asignaciones reducidas y sus efectivos congelados o reducidos, pero parece que no afecta a capillas y curas. En España aún hay que normalizar muchas cosas, y una de ellas es que la religión permanezca en el ámbito de lo privado y deje de estar presente en las instituciones públicas.
Cada uno su religión y en total libertad, pero fuera de las instituciones públicas que son de todos, religiosos, agnósticos y ateos.