El Parlament catalán acaba de "blindar" los correbous, festejos populares bajo cuyo nombre se engloban varias prácticas diferentes, pero en los que todas ellas tienen en común la tortura de un animal utilizada como fuente de placer y diversión para los que participan en ella.
En Amigos de Colmenarejo dijimos en su día (pulsar aquí) que nos alegraba la decisión del Parlament catalán de prohibir las corridas de toros, y decimos hoy que nos entristece la decisión de intentar blindar los correbous. Nos parece una decisión inconsecuente. No se deben prohibir las corridas para evitar el sufrimiento animal, e intentar blindar los correbous alegando que no se mata al toro. Estamos de acuerdo en que el toro no muere directamente como consecuencia de estas fiestas, pero repudiamos lo que a nosotros nos parece lo más grave de todos estos tipos de fiestas, utilizar el sufrimiento de un animal como fuente de placer y diversión. Por favor, diviértanse de otra forma y dejen tranquilos a los toros.
Las lecturas políticas o semipolíticas de esta decisión del Parlament son muchas. Los hay que dicen que han prohibido los toros porque era una fiesta "española", y han blindado los correbous porque son una fiesta "catalana"; los hay que dicen que no hay que reprochar a los catalanes lo que han hecho, porque al fin y al cabo se han atrevido a lo que pocos se han atrevido, a prohibir las corridas de toros y evitar así un sufrimiento innecesario y público. En Amigos de Colmenarejo nos parece que en todo caso esta decisión es equivocada y reprochable por utilizar raseros diferentes, si se está contra el sufrimiento animal hay que prohibir toros y correbous, hacer otra cosa revela un juicio errático y no nos parece coherente. La razón de que el toro no muere, no nos parece suficiente, el toro sufre para que la gente se divierta y eso es reprochable en sí mismo.
¡No a los correbous ni a ninguna fiesta en la que el sufrimiento animal sea utilizado con fuente de placer o diversión!